Cuando la imagen de una bestia devoradora de hombres viaja a través del nervio óptico hacia la corteza visual, el cerebro transmite un mensaje urgente al cuerpo: ¡huye! Eso es lo que hacen las personas normales, pero no los perseguidores de leones. Más que ver un problema de doscientos cincuenta kilos, ven una oportunidad para que Dios aparezca y muestre su poder.
Q135.00
Disponible.
Garantía:
24 Horas.
Pago en efectivo disponible
100% de Compra Protegida. Productos originales
| Pagos seguros