SANTIAGO POSTEGUILLO
Los asesinos del emperador: 18 de septiembre del año 96 d. C. Un plan perfecto. Un día diseñado para escribir la Historia, pero cuando todo sale mal la Historia ya no se escribe se improvisa: una guerra civil, las fieras del Coliseo, la guardia pretoriana, traiciones, envenenamientos, delatores y poetas, combates en la arena, ejecuciones sumarísimas, el último discípulo de Cristo, el ascenso y caída de una dinastía imperial, locura y esperanza, la erupción de Vesubio, un puñado de gladiadores, la amistad inquebrantable, Marco Ulpio Trajano, el mito de las amazonas, una gladiadora, nueve emperadores, treinta y cinco años de la historia de Roma.18 de septiembre del 96 d. C. Un grupo de gladiadores dispuestos a todo avanza por las alcantarillas de Roma. Nada ni nadie puede detenerlos. Ni siquiera la Historia.
Estos y otros enigmas literarios encuentran respuesta en las páginas de La noche en que Frankenstein leyó el Quijote, un viaje en el tiempo por la historia de la literatura universal de la mano de Santiago Posteguillo, uno de los novelistas históricos más reconocidos por la crítica y el público. Y un profesor de literaturapoco convencional.
Con magistral precisión histórica y un excelente ritmo narrativo, Santiago Posteguillo presenta la historia de la infancia y juventud de Africanus, uno de los personajes más influyentes de Occidente en esta edición estuche de lujo con la trilogía completa.El hijo del cónsulA finales del siglo III a.C. Roma está a punto de ser aniquilada por los ejércitos cartagineses al mando de uno de los mejores estrategas militares de todos los tiempos: Aníbal. Su alianza con Filipo V de Macedonia, que pretendía la aniquilación de Roma como estado y el reparto del mundo conocido entre Cartago y Macedonia, constituía una fuerza imparable que podría haber cambiado para siempre la historia de Occidente.
A finales del siglo III a. C., Roma se encontraba al borde de la destrucción total, a punto de ser aniquilada por los ejercitos cartagineses al mando de uno de los mejores estrategas militares de todos los tiempos: Aníbal. Su alianza con Filipo V de Macedonia, que pretendía la aniquilación de Roma como Estado y el reparto del mundo conocido entre las potencias de Cartago y Macedonia, constituía una fuerza imparable que, de haber conseguido sus objetivos, habría determinado para siempre el devenir de Occidente.
192 d.C. Varios hombres luchan por un imperio, pero Julia, hija de reyes, madre de césares y esposa de emperador, piensa en algo más ambicioso: una dinastía. Roma está bajo el control de Cómodo, un emperador loco. El Senado se conjura para terminar con el tirano y los gobernadores militares más poderosos podrían dar un golpe de Estado: Albino en Britania, Severo en el Danubio o Nigro en Siria. Cómodo retiene a sus esposas para evitar su rebelión y Julia, la mujer de Severo, se convierte así en rehén.
Así comienza Publio Cornelio Escisión sus memorias en La traición de Roma, para continuar con el final de dos de los más epicos personajes de la historia, Escisión y Aníbal.Los eternos enemigos se encuentran una vez más en la batalla de Magnesia, un episodio casi desconocido dela historia de occidente. Pero además de batallas, el autor nos cuenta lo que ha sido de los hijos de Escisión; de sus enemigos, Marco Porcio Catón y de su aliado Graco; de la esclava Netikerty; de la prostituta Arete; de su fiel aliado Ledio; de Antíoco III, el rey de Siria; del ya anciano dramaturgo Plauto, que se pasea por las calles de Roma, y tambien de la mujer de Escisión, Emilia Tercia, digna hasta el final en medio de la mayor de las hecatombes públicas y privadas.
Pero de ellos no sólo había recibido estos magníficos atributos, sino tambien algunos enemigos, entre otros Asdrúbal, el hermano de Aníbal, y el general púnico Giscón, quienes harían lo posible por acabar con su enemigo y masacrar sus ejercitos.